Los bebés bilingües tienen una mayor capacidad para aprender idiomas y registrar más vocabulario que los monolingües, sobre todo, si han empezado a oír las dos lenguas en su primer año de vida. Una capacidad que investigadores de la Universidad de Washington aconsejan potenciar porque mejora las habilidades no sólo del habla, sino también la toma de decisiones, el autocontrol y la resolución de problemas, aparte de favorecer la actividad cerebral.
Es conocida la capacidad de los bebés de absorber toda la información que les rodea, incluso, los idiomas. Un estudio del Instituto de Ciencias del Aprendizaje y del Cerebro, de la Universidad de Washington, ha constatado este hecho al estudiar bebés bilingües en los que han encontrado que su cerebro se mantiene más abierto y durante más tiempo al aprendizaje de las lenguasque en el caso de los niños monolingües, además de encontrar una relación directa con la habilidad que muestran en el habla con posterioridad.El estudio -con el que los investigadores pretenden también conocer la capacidad de absorber información para tratar de desvelar la forma de mantener el aprendizaje durante toda la vida-, refleja además otras conclusiones como que las conexiones cerebrales son diferentes en los bebés monolingües y bilingües durante su primer año de vida.
Un motivo por el que los investigadores apuntan a la importancia de que el bebé tenga interacciones de alta calidad desde el principio, ya que también han detectado que los bebés que han escuchado antes y durante más tiempo el idioma presentan un mayor vocabulario más tarde.
Además de la importancia en el aprendizaje de idiomas de estos hallazgos científicos, el estudio refleja igualmente que los bilingües muestran un pensamiento más flexible porque presentan ventajas cognitivas específicas en relación a los monolingües.
Según los investigadores, los bilingües no tienen necesariamente un IQ más elevado, más memoria o más aptitud académica, si bien están acostumbrados a alternar entre los idiomas lo que les facilita la conmutación entre los juegos de reglas en otras situaciones.
En promedio, tanto los niños como los adultos bilingües presentan ventajas cognitivas en comparación con sus pares monolingües. Una habilidad que se traslada a situaciones de la vida real y que están relacionadas con el autocontrol, la resolución de problemas y la toma de decisiones.
Con estas conclusiones, los investigadores creen que practicar la conmutación como en el bilingüismo puede ser un buen ejercicio cerebral para mejorar la mayor parte de otras habilidades, además de la lengua, permitiendo así mismo mantener el cerebro activo a medida que se envejece.
A raíz del estudio, los investigadores han propuesto una serie de consejos para educadores y familias que estén criando niños bilingües. Entre ellas, se halla, por ejemplo, asegurarse de que tanto los bebés como los niños experimentan con la lengua materna durante sus actividades diarias como el juego, la comida o la lectura, así como en otras acciones que les gusten.
Igualmente, recomiendan que se compartan libros, rimas, juegos de palabras y canciones en la lengua materna con los niños, puesto que el hecho de que se diviertan con estos libros refuerza el desarrollo del vocabulario, aparte de ayudar a los niños a prepararse para aprender a leer y conversar en cualquier idioma.
Otras recomendaciones son la utilización de muchas palabras diferentes al hablar con los niños y facilitar que los niños pequeños puedan aprender varios idiomas sin demora, siempre y cuando sus oyentes nativos tengan experiencia suficiente con los dos idiomas.
Finalmente, avisan de que cuando el niño empieza a mezclar palabras en varios idiomas en una misma frase no quiere decir que se confunda. Más bien todo lo contrario: está desarrollando fuertes habilidades de lenguaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario